Cuerdas o Cintas Rotas: Las cuerdas o cintas que controlan el movimiento de las persianas pueden romperse con el tiempo debido al desgaste. Esta es una reparación común que implica reemplazar las cuerdas o cintas dañadas para restaurar la funcionalidad de las persianas.

Lamas Dañadas o Desalineadas: Las lamas de las persianas pueden dañarse o desalinearse debido a impactos accidentales, uso excesivo o condiciones climáticas adversas. Es necesario reemplazar las lamas dañadas o realinearlas para garantizar un funcionamiento suave de las persianas.

Cambio de Cuerdas o Cintas: Además de romperse, las cuerdas o cintas pueden desgastarse con el tiempo, lo que dificulta el funcionamiento adecuado de las persianas. Cambiar las cuerdas o cintas desgastadas es una reparación común para mantener las persianas en buen estado.

Mecanismos de Elevación o Inclinación Desgastados: Los mecanismos de elevación o inclinación de las persianas pueden desgastarse con el tiempo, lo que dificulta su funcionamiento. Esto puede requerir ajustes, lubricación o incluso reemplazo de los mecanismos para restaurar la funcionalidad completa de las persianas.

Problemas con la Polea o el Recogedor: Las poleas o recogedores que controlan el movimiento de las persianas pueden atascarse o dejar de funcionar correctamente debido a la acumulación de suciedad o al desgaste. Es necesario limpiar, lubricar o reemplazar las poleas o recogedores para garantizar un funcionamiento suave de las persianas.

Reparación de Motores Eléctricos (en persianas motorizadas): En el caso de las persianas motorizadas, los problemas con el motor eléctrico pueden surgir debido a fallas mecánicas, problemas de conexión eléctrica o desgaste general. Es necesario reparar o reemplazar el motor eléctrico para restaurar el funcionamiento automatizado de las persianas.